A lo bestia
A Mar le gustan las palabras, porque con ellas construye versos y cuentos; y con los versos y los cuentos, a veces, construye libros. También le gustan los gatos, porque ronronean como si tuvieran un motor y fueran a salir volando en cualquier momento. Y le gustan los niños, no sabe muy bien el porqué, pero así es.
Como le gustan mucho las palabras, los niños y los gatos, a veces lo mezcla todo: escribe cuentos de gatos infantiles, o versos que ronronean como niños, o escribe niños que riman con gato… y así se pasa todo el día.
Ah, también le gusta Guridi, el ilustrador de este libro, porque es un poco niño y un poco gato. Por eso, a veces, hace libros con él tan bonitos como este.
A Guridi le gustan los lápices, no para comérselos, que también tuvo una época, sino para hacer líneas.
A veces esas líneas surgen cuando escucha algo, otras veces se imagina cosas que rápidamente tiene que dibujar donde sea,
y muchas veces, muchas, lee algo: un verso, una frase o un texto largo, y como por arte de magia las palabras entran por una oreja
y salen a través de su lápiz en forma de imágenes. Por eso cuando lee lo que Mar escribe, no puede evitarlo y dibuja.
Guridi utiliza las sonrisas como ingredientes mágicos, son infalibles.