Cataluña quiere decidir, ¿se rompe España?
El modelo territorial es un problema históricamente no resuelto ni siquiera en la Transición. La voluntad de la mayoría de la sociedad catalana de ejercer el derecho a decidir su futuro mediante una consulta no vinculante choca con las interpretaciones dominantes de la Constitución de 1978. Sin embargo, experiencias como las de Quebec y Escocia demuestran que es posible llegar a acuerdos para su reconocimiento legal, una vez agotadas las vías de “acomodo” posible de esas realidades nacionales dentro de los estados de los que forman parte. Ese es el caso de Cataluña, sobre todo después de la sentencia que adoptó el Tribunal Constitucional en julio de 2010 sobre el nuevo Estatut.
En este libro se aborda una explicación histórica de cómo ha ido evolucionando la relación entre el proceso de construcción del Estado español y la progresiva formación de una identidad nacional catalana, hasta llegar al momento actual de conflicto abierto. Se analizan también las posiciones de los principales actores políticos y sociales al respecto, así como los factores que ayudan a entender el ascenso de un movimiento soberanista-independentista plural y transversal catalán en el marco de la actual crisis del régimen político español.