Colonialismo energético
Asistimos a un incremento de megaproyectos eólicos y fotovoltaicos, cuyo vertiginoso despliegue sobre grandes extensiones de territorios ha despermovilizaciones y resistencias de zonas rurales grupos y ecologistas en España, y de pueblos indígenas en México, en el Sáhara Occidental y en Noruega. Estos casos muestran que el colonialismo energético se agudiza y se expande incluso a los territorios de las antiguas metrópolis. Es decir, los procesos de despojo que se han desarrollado en el Sur Global son alcanzando las periferias del Norte Global con las mismas dinámicas de dominación, pero con diferentes grados de violencia. Además, se advierte que bajo esta lógica sin territorio sobre la Tierra queda a salvo de ser devastado y, sin embargo, colonizando todo el planeta, no se puede mantener la demanda energética actual de la economía capitalista. En este contexto, el libro que tiene en sus manos documenta que las defensas territoriales no se oponen a la transición energética, por el contrario, su crítica pone al descubierto los límites de los megaproyectos renovables al tiempo que la población exige transiciones decoloniales que respondan a las necesidades de las personas y no a los intereses corporativos, como tal se ha de manifestaciones fiesto en la conferencia signa ¡Renovables Sí, pero no así!