El diablo sabe mi nombre
“Jacinta Escudos tiene una prosa transgresora y empoderada. Quienes lean sus cuentos encontrarán identidades cruzadas y monstruosidades posmodernas que parodian nuestra realidad, para hacernos pensar que otro mundo sí es posible”.
Teresa López-Pellisa
Estos cuentos crean un universo propio donde todo está permitido: transformaciones, realidades paralelas, desdoblamientos, antropofagia, mutaciones. Los cuentos que conforman El Diablo sabe mi nombre son muy distintos entre sí, pero guardan dos cuestiones en común.
Por un lado, la transgresión, el deseo de traspasar una frontera, normalmente imposible. Son las fronteras entre el sexo masculino y el femenino, entre seres humanos y animales, entre la locura y la cordura, o entre la vida y la muerte. Por otro lado, lo onírico. De los 14 relatos, más de la mitad fueron sueños que la autora tuvo y que transformó en cuentos sin pretender hacer una lectura racional de los mismos, dejando hablar a la oscuridad, explorando aquellas zonas profundas que no comprendemos plenamente. Este carácter de fantásticos los une como libro.
A pesar de encontrar en este volumen un profundo disgusto por el ser humano que destruye su medio ambiente y, sobre todo, una notoria rebeldía contra los roles impuestos a hombres y mujeres, los cuentos plantean en la gran mayoría de casos, personajes que hacen algo para cambiar su suerte.
Jacinta Escudos es salvadoreña. Escribe novela, cuento, crónica y ensayo. Ganadora de los X Juegos Florales de El Salvador 2001, rama cuento, con el libro Crónicas para sentimentales y del I Premio Centroamericano de Novela “Mario Monteforte Toledo” (2003), con su novela A-B-Sudario. Textos suyos han sido traducidos al inglés, alemán y francés. Aparece en numerosas antologías de América Latina, Estados Unidos y Europa.