¡Escucha hombrecillo!
¡Escucha hombrecillo! levantó fuertes polémicas cuando salió a la luz en 1948. Es un libro clave que, para Wilhelm Reich, constituye una respuesta a los ataques pérfidos de la sociedad neurótica y "emocionalmente pestilente".
Para esta nueva traducción del texto de Reich nos hemos remitido al original traducido del alemán al inglés por el psiquiatra Theodore P. Wolfe, amigo suyo. La publicación neoyorquina de ‘¡Listen, little man!’ se acompañó con los dibujos humorísticos del reconocido ilustrador William Steig. Hemos recuperado muchas de esas caricaturas originales enriqueciendo las páginas de la presente edición.
Las lectoras y lectores de esta obra descubrirán un texto directo, políticamente incorrecto, vanguardista tanto en el fondo como en la forma. Crítica mordaz al “hombre corriente” –el pequeño hombre y la pequeña mujer–, gris y egoísta, suplicando orden y autoridad. La narración está construida mezclando reflexiones con diálogos entre Reich y esos hombrecillos y mujercillas que todos llevamos dentro, estableciendo un discurso sobre la mediocridad y la “normalización” social destructora de la vida, la naturaleza y lo diferente. Reich apuesta por el retorno al “animal humano” generoso, cooperativo, libre y gozoso.
Las ideas originales de Wilhelm Reich cautivaron a Fromm, Marcuse, Adorno, Foucault, Hannah Arendt y Simone Weil. Influye abiertamente en los ‘beatniks’ y en las figuras relevantes de la contracultura (Ginsberg, Kerouac, Burroughs, Mailer, Salinger, Goodman), es el precedente de las comunas y de los ‘hippies’, del ecologismo antinuclear, del neocristianismo libertario, de las corrientes radical-utópicas, del situacionismo... En Mayo del 68, el movimiento estudiantil francés grafiteaba eslóganes reichianos. En la universidad de Frankfurt, en 1968, podía leerse una gran pintada advirtiendo: ‘¡Lee a Reich y actúa en consecuencia!’.