Mi nombre es nadie
´´La suerte y la desgracia de nacer en África. Los inmigrantes con los que me he ido tropezando durante estos siete años me han enseñado que la desesperación no tiene límites, que el ser humano es, en ocasiones, tan miserable que hace que personas con las que sólo nos diferencia el color de la piel y el lugar de procedencia dejen de existir sin que a nadie le importe.
Convencerles para que hablaran, para que volvieran a confiar en que sus historias iban a llegar a alguien, quizás a los que les podían hacer salir del infinito callejón sin salida en el que llevaban meses, años, fue mi reto. Ellos lo dieron todo, se tragaron su orgullo para relatar ante un micrófono la violencia del camino emprendido, mostraron su vulnerabilidad y confesaron que sólo quieren recuperar su dignidad. Mi trabajo con Mi nombre es nadie es devolverles el lugar que merecen porque forman parte de este mundo, hacer que su incómoda existencia haga rebelarse a la cómoda sociedad occidental para entenderles y juzgarles sólo después de conocerles.´´
Carla Fibla
´´Ahora que el primer mundo, o mejor dicho la orilla de los ricos, es una fortaleza que se reserva el derecho de admisión para que no entren los pobres de enfrente que tocan a su puerta ,se hace aún más necesario escuchar a los verdaderos protagonistas del forzoso éxodo africano. Obsesionadas por el miedo al ?otro?, al diferente, las tendencias políticas más neoconservadoras que se propagan por Europa tratan de culpar al migrante de cualquier fallo en su engranaje usando tópicos y silenciando la gran aportación, avalada por innumerables estudios, que la población migrante hace a la economía y la diversidad cultural del viejo continente.
Quienes suben a un cayuco, una patera o un gran barco chatarra no son los elegidos. No son candidatos a ?la tarjeta azul? que la Unión Europea quiere usar para privilegiar la entrada de médicos, informáticos, ingenieros o arquitectos que, aunque procedan de los mismos lugares, sí son bienvenidos para cubrir las necesidades laborales de los países miembros de la UE. Se prima a la inmigración elegida cuando el derecho a trasladarse a otro lugar en busca de nuevas perspectivas es tan antiguo como la propia humanidad. Responder a todas las preguntas que nos hacemos a este lado de la orilla sobre los motivos que llevan a tantas personas a dejar toda su vida atrás en busca de un nuevo horizonte ha sido siempre el motor que me ha movido a intentar ayudar a que les entendamos.´´
Nicolás Castellano
A través de los testimonios recogidos por dos periodistas en las actuales rutas de la inmigración desde África a Europa, Mi nombre es nadie ofrece un completo análisis práctico y directo para comprender las dificultades del viaje más antiguo del mundo.
En este mundo globalizado hay más de 200 millones de inmigrantes, acercarnos a sus inquietudes, sus dificultades para sobrevivir, al proceso en el que se toma una decisión en la que muchos perecen es el objetivo principal de este trabajo.
Este audiolibro, prologado por Sami Naïr, se compone de 4 CDs (30 reportajes)en los que se escucha de forma extensa a los propios inmigrantes, auténticos protagonistas de este trabajo. Además de la transcripción completa de los reportajes el libreto del audiolibro incluye cuatro textos de expertos internacionales del fenómeno de la inmigración: Javier de Lucas (Valencia), Mireia Estrada (Barcelona), Amadu Ndoye (Dakar-Senegal) y Jean Pierre Cassarino (Florencia-Italia) que ayudan a comprender el fenómeno enmarcado en sus causas y circunstancias concretas. Asimismo incluye una amplia introducción para conocer África, el origen de la emigración que nos está llegando.
El apoyo visual a los reportajes lo aportan 24 fotografías en color del fotógrafo Juan Medina, ganador del premio World Press Photo por su cobertura de la inmigración en Fuerteventura.
El entorno del emigrante, los factores que influyen en su partida, los medios, las dificultades, las políticas anti-inmigratorias occidentales. Y por último, varias historias narradas por sus protagonistas, para ponerle rostro a los que se convierten en tumbas anónimas o en frías estadísticas para los medios de comunicación.
Mi nombre es Nadie tiene un fuerte contenido didáctico, puede utilizarse en las escuelas para que los estudiantes escuchen a los inmigrantes. También permitirá a las radios locales, con menos medios económicos para desplazarse, acercarse a uno de los fenómenos más preocupantes de este comienzo de siglo, pero sobre todo está dirigido a todo aquél que se pregunte por qué hay personas dispuestas a sufrir tanto, a morir en el intento, para alcanzar una vida digna.