Veinte años después de la publicación de In Utero, el último trabajo en estudio de Nirvana, la banda ha alcanzado el estatus de leyenda e icono de su generación, superando, para bien o para mal, sus propias expectativas. Considerados en su día como el grupo más importante del mundo, se celebra, de hecho, en este año de 2014 su ingreso en el célebre Rock & Roll Hall Of Fame. La efímera trayectoria del mal llamado combo «de Seattle» marcó, inevitablemente, un antes y un después en el panorama musical internacional. La irrupción de Nevermind (1991), considerado su obra maestra, cambió el devenir de una industria que se encontraba en declive, anquilosada y sin rumbo en la transición de los 80 a los 90. Como de todos es sabido, tras el boom de Nevermind se ofreció una irrepetible oportunidad para las bandas consideradas hasta entonces como underground - y a las que se encasilló indiscriminadamente como «rock alternativo»-, que cada cual aprovechó de la mejor manera posible, por no hablar del tremendo filón hallado por las desesperadas discográficas.

Como compositor principal de Nirvana -y considerado, por lo tanto, el principal responsable de su éxito-, un joven artista de 24 años llamado Kurt Cobain se vio catapultado hacia una posición de estrellato que no supo asimilar. Si bien, como es natural, siempre había soñado con triunfar en aquello que más le gustaba, las presiones de una industria despiadada e hipócrita, así como sus propias circunstancias personales, le llevaron hasta el límite poco después de haber conseguido su tan ansiado objetivo.

Con este trabajo se ha pretendido centrar en aquello que hizo de Nirvana una gran banda: sus excelentes canciones. No es un simple cancionero. Aquí se reproducen todas en versión bilingüe, con su génesis y su historia, repleta de curiosidades y anécdotas. 260 páginas para analizar 90 canciones, sin más pretensión que una respetuosa aproximación a las mismas. El propio Cobain se oponía fervientemente a los análisis pormenorizados y sin duda erróneos de sus textos. «Mis letras son un gran montón de contradicciones. Me gusta ser apasionado y sincero, pero también divertirme y hacer el imbécil».