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Portada del llibre

"En el bosque"

Ressenya

«Porque escribir, para mí, ha sido una constante voluntad de atravesar el espejo, de entrar en el bosque…»

Ana María Matute

«El bosque era el lugar al que me gustaba escapar en mi niñez y mi adolescencia; aquél era mi lugar. Allí aprendí que la oscuridad brilla, más aún, resplandece; que los vuelos de los pájaros escriben en el aire antiquísimas palabras, de donde han brotado todos los libros del mundo…»

Así comienza este singular relato, un texto de fabulación y poesía, extraído del discurso que la escritora barcelonesa, Ana María Matute, pronunció con motivo de su ingreso en la Real Academia de la Lengua Española. En él cobran vida imágenes y personajes que la acompañaron siempre en su larga trayectoria literaria: el rumor de secretos, las vidas invisibles que se esconden entre las sombras, y las voces de los habitantes del corazón del mundo.

La presente edición, ilustrada con la delicadeza y el trazo intimista que caracterizan el estilo de Elena Odriozola, rinde un homenaje a la cosmogonía de los cuentos de hadas que inspiró a la escritora, creada a partir de la naturaleza y la literatura, de la realidad y la fantasía, antinomias desde las que despliega la grandeza de toda su obra.

Ana María Matute fue una gran contadora de historias. Los libros eran para ella como bosques misteriosos, y la escritura, una voluntad constante de adentrarse en ellos, de perseguir las palabras que nos revelan las historias que conocemos y las que presentimos, e incluso nuestra propia historia. En 1996, al ocupar el sillón K de la Real Academia de la Lengua Española, desplegó en su discurso de ingreso esta pasión por los libros y los bosques imaginarios que conforman su literatura, el mundo que le había fascinado desde la infancia.

Esta edición especial de Libros del Zorro Rojo comprende varios elementos: una caja encuadernada en tela, un cuadernillo con el texto «En el bosque» y la biografía de la autora, además de una colección de nueve tarjetas ilustradas que, al igual que los populares mirioramas del siglo XIX, combinadas al azar y dispuestas en hilera, permiten crear más de trescientas mil escenas e infinitos relatos dentro de un mismo paisaje: el bosque.

Una obra indispensable para los amantes de la literatura infantil, con independencia de su edad, y para los admiradores de la obra de la insigne escritora.