Nueva gramática política

Durante los meses de febrero, marzo y abril de 2011 algo empezaba a moverse en España. Las redes sociales se poblaban de perfiles y mensajes que exigían una democracia real. Surgían grupos de trabajo, nodos locales, campañas virales con vídeos e imágenes. De repente, el pesimismo, el miedo y la desesperación que nos inundaba, desde el estallido de la crisis, se empezó a tornar en motivación, alegría y esperanza. Pocos, ni siquiera entre los promotores de esa manifestación fechada el 15 de mayo, esperaban el terremoto que se produciría durante los días posteriores.