Diarios de supervivencia. Cuatro cuentos clásicos de Jack London

Jack London trabajó como empleado de una fábrica, fue marinero, pirata de ostras y vagabundo (entre otras ocupaciones); su propia vida y las peripecias que sufrió parecen sacadas de una novela. Sufrió en carne propia la crudeza de El Gran Norte cuando, en 1897, siendo apenas un veinteañero, viajó a Alaska atraído por la fiebre del oro de Klondike. Enfermo de escorbuto, regresó a California dos años más tarde, con la cara cruzada por las manchas del frío y las manos vacías. No obstante, las experiencias vividas servirían de sustrato literario para sus historias más impresionantes.