invisibles, Los
...] Y en aquel contexto comenzó a circular la referencia misteriosa de aquella novela de unos jóvenes que ocupaban casas, que constituían, sin la ayuda de nadie, colectivos autónomos, que se reapropiaban colectivamente de la riqueza colándose en los cines, reduciéndose las facturas de la luz y el agua e imponiendo a los caseros un «alquiler justo». Que combatían la extensión del trabajo ilegal y precario mediante las rondas proletarias, ejerciendo un contrapoder directo allí donde ninguna legalidad, tampoco la de los sindicatos, tenía la menor intención de imponerse.