Cómo salir ilesa de una misma
Este libro que tiene usted ahora entre sus manos es un leve sobreponerse, un ponerse en pie despacito. Es el resultado de un recogimiento y una digestión muy pesada. Una catarsis por la que toda persona debería pasar alguna vez: el arrepentimiento, el dolor, el perdón. El propio, sobre todo, porque no es fácil desprenderse de tanta basura acumulada, de relaciones dolorosas, de toxicidad gratuita e innecesaria. Este libro habla de usted, de mí, de lo vivido, del dolor y de lo que se nos viene encima. / Sin pretender ser poesía estrictamente hablando, posee una métrica hiriente capaz de hablar, de decir. Y de esperanzar. / Y la esperanza se abre camino por una rendija estrecha y sucia. Y se hace la luz, y se salva, y se vive. Pero ustedes sólo catarán esta embriagadora luz al regurgitar todas estas líneas apasionadas y honestas. Porque, como en la vida, hay que hundirse en el fango para valorar las nubes, y Ana Elena Pena sabe guiar del dolor a la luz como nadie.