prejuicio psiquiátrico, El
«Nosotros creemos, a diferencia de la mayoría de nuestros colegas –y de muchos profanos– que los llamados pacientes psiquiátricos son, como nosotros, personas en todos los aspectos. Pueden, como cualquiera de nosotros, ser juzgados excéntricos, preocupados, molestos, honestos o deshonestos. Y de muchas otras maneras que forman parte de la condición humana. No existe ninguna misteriosa "enfermedad mental" que convierta misteriosamente al llamado paciente en algo menos que un hombre, necesitado de la intervención supuestamente humana del psiquiatra para devolverle la humanidad. Al contrario, "eso" es algo contra lo que debe luchar con fuerza el llamado paciente (y con él otras personas de su ambiente social). Su éxito en la lucha dependerá en parte de él y en parte de nosotros, de cómo lo animamos o lo desanimamos, le permitimos o impedimos actuar».