Yo maté a un perro en Rumanía
En Noruega, una mujer latinoamericana que enseña el idioma local a inmigrantes se encuentra sumida en una fuerte depresión. Adicta a los calmantes y al alcohol, ha sido dada de baja laboral y encuentra pocos motivos para salir de su departamento. Su estado preocupa mucho a su amigo Mihail, un exalumno de origen rumano que ha intentado mantenerla a flote. Sin embargo, Mihail debe viajar pronto a Rumanía y teme que lo peor ocurra en su ausencia, por lo que decide llevar consigo a su antigua profesora. Así, la anónima protagonista de esta novela viaja a un país que le resulta completamente desconocido. A su llegada, ve a su atento exalumno transformarse en un hombre pragmático y malhumorado que intercambia dinero y documentos con individuos ariscos; conoce a su familia, la mayoría sumida en la nostalgia por aquellos que han migrado en busca de un mejor sustento; viaja por pueblos sumidos en la penumbra o ciudades que combinan el neón con moles de concreto y la añoranza por un pasado imperial hace tiempo perdido. En este viaje, la profesora de idiomas no solo logrará sortear la incomunicación en la que la sumerge una lengua completamente ajena, sino que se confrontará directamente con la muerte: con su presencia, la idea de su inminencia y, también, con las maneras que las personas de este mundo han encontrado para lidiar con ella.