Siria, el país de las almas rotas
De la revolución al califato del ISIS.
Cuando la revolución se extendió por Siria en marzo de 2011, pocos podían esperar que manifestaciones pacíficas fueran reprimidas con bombardeos aéreos, armas químicas y una cuidada estrategia para fomentar el odio sectario que avivó las diferencias religiosas consagrando al país al conflicto civil y haciendo de Siria un tablero de juegos para el mundo.
Conscientes de la dimensión del problema, Javier Espinosa y Mónica G. Prieto cubrieron desde los primeros días los entresijos de la tragedia, cruzando ilegalmente fronteras y exponiéndose a la salvaje represión del régimen de El Asad hasta que el extremismo devoró la revolución y el secuestro de uno de ellos, a manos del ISIS, elevó hasta lo insoportable su nivel de implicación.