Votar y cobrar

Por qué se habían usado más de 23 mil millones de euros de dinero publico para rescatar a un banco y, sobre todo, por qué no se obligaba a los responsables de una operación de tal envergadura a rendir cuentas, en lugar de recibir todavía más dinero en concepto de variables, dividendos y jubilaciones. El asunto pintaba mal. Todo parecía indicar que nadie exigiría una explicación a estos cargos políticos influyentes. ¿Qué podía hacerse? Organizarse e investigar.