¿Para qué servimos los filósofos?

Según afirma en este libro, lo propio de la filosofía es que no sirve para nada y, sin embargo, precisamente por eso desde Sócrates y Platón se pensó que servía para gobernar. Más tarde, con la filosofía de la Ilustración se creyó que ese sueño estaba a punto de hacerse realidad, traduciéndose en un modelo político que, desde la Revolución francesa, ha sido nuestro referente más irrenunciable.