Sin trabajo, sin derechos, sin miedo
Las reformas laborales representan una agresión sin precedentes históricos recientes a los derechos de millones de trabajadores y trabajadoras. Es un golpe de Estado en materia laboral, la “joya de la corona” de los gobiernos neoliberales que aspiran a reforzar el poder de los empresarios, debilitar convenios colectivos, facilitar despidos e incluso destruir el derecho laboral. Las reformas precarizan el empleo, aumentan la desigualdad, empeoran las condiciones laborales y dañan la salud y calidad de vida de los trabajadores y sus familias. Cambiar la situación actual no será sencillo ni rápido pero es imprescindible actuar y unir fuerzas, resistir frente a la actual situación y luchar por un cambio estructural profundo en el modelo productivo, en las condiciones de empleo y trabajo y en cómo reorganizar la vida social y laboral. No nos regalarán el tener un empleo justo ni un trabajo digno, habrá que luchar por ello. Nuestro trabajo, nuestra salud, nuestra vida, nuestra felicidad están en juego.